Seguidores

sábado, 26 de marzo de 2011

Todo queda como envasado al vacío.

A veces sientes esa sensación. Congelas todo lo que hay alrededor tuya un sábado de noche y miras enfrente, hacia los lados, arriba, bajo tus pies. Comienzas a cerrar los ojos, intentando palpitar cualquier soplo de aire fresco. Al cerrar los ojos comienzas a escuchar, y a hacer que tu capacidad auditiva aumente por segundos. Cuando terminas, mientes, te mientes a ti misma creyendo que eres fuerte, cuando no llegas ni al primer escalón. Y enseguida sientes eso, eso que no quieres sentir, sientes que el mundo gira tan deprisa, que no te da tiempo a seguirlo. Sientes como se agrandece todo alrededor, y tú te vas perdiendo.  Y derrepente, todo queda como envasado al vacío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario