Seguidores

sábado, 26 de marzo de 2011

Sí, me fui, un día sentí que tenia que irme, que esta no era la vida que quería llevar. Pero claro, no era fácil. Tenía mis estudios, mis padres, mi hermana, mi casa y mi cama, mis amigas, a las que amaba con toda mi alma, y mi chico. Pero se me cruzaron los cables. No era feliz aquí, no encontraba motivación. Los días iban pasando y yo necesitaba algo que me alejara de la monotonía. Sabía que tenía un problema, muy grande. También sabía que esto no era una película, en la que te vas y todo te sale a pedir de boca, en la que finalmente encuentras la paz que buscabas y aprendes a darle importancia y valorar los detalles de la vida. Tiré la vida que tenía por la borda sin haber pensado un segundo. Tropecé quinientas veces por el camino, sola, levantandome con rabia y dolor. Comprendí que la vida no era tan agradable y que las pesadillas no terminaban al despertar. Pero ahora siento que si no hubiera hecho ese viaje, jamás me hubiera sentido como me siento ahora, LIBRE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario