Aqui estoy, mediodía en mi casa, sentada frente al ordenador, cosa que no hacía hace mucho, con unos calcetines de invierno puestos hasta por encima de las rodillas y un sueter, y aún así sigo congelandome de frío. Acaba de sonar el pitido del microondas haciendome un llamamiento, mi chocolate caliente está listo.Y sí, no tengo nada mejor que escribir, ¿por qué he de hacerlo? Llevo varios días sin poder pegar ojo, cuando todas las personas normales y corrientes están durmiendo en su acogedor y calentita cama, yo estoy en mi cuarto, con una mesa llena de porquerías, estudiando. Ahora me ha entrado la venilla holgazana, y ahora que vuelvo a mi mundo real, veo las noticias, leo el periódico, me doy cuenta de que es bastante triste, pero entran ganas de encerrarme toda la vida en mi cuarto y estar agena de toda situación que esta viviendo el mundo.
Y que el tiempo no se mueva, que se quede quieto, parado ante todo cambio, que se congele y que me deje tranquila, escuchando esta canción:
Algunas personas creen en Dios, yo creo en la música. Algunas personas rezan, yo subo el volúmen de la radio.
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